Juana Manuela Gorriti en su “Güemes - Recuerdos de la Infancia”, expresa, que siendo niña en su Horcones natal, al escuchar un rumor de voces y el galope de caballos, miró hacia el sendero que llevaba a la casa y vio que arribaban dos jinetes. Uno de ellos era “un guerrero alto, esbelto, de admirable apostura, de cabellera negra, de largos bucles y una barba rizada y brillante, encuadraban su bello rostro de perfil griego y expresión dulce y benigna”... “montaba con gracia infinita un fogoso caballo negro”, mientras “grupos de hombres del campo y algunos soldados”.... precipitáronse a su encuentro, clamando con delirante entusiasmo, ¡Güemes!, ¡Viva Güemes....!”.
Lo más aproximado que tenemos de su imagen es una carbonilla realizada por Eduardo Schiaffino en 1902, quien reune a tres nietos del héroe gaucho , que según descripciones de personas que lo habían visto, compone un rostro basándose en la frente de uno, la nariz y boca del siguiente y la barbilla y orejas del otro. Este retrato de medio cuerpo, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de la Provincia de Salta, es la imagen oficial de Güemes certificada por el Instituto Güemesiano de Salta.
Pero esta situación más que negarnos la imagen del prócer, incentivó la imaginación de retratistas y pintores que podemos observar en esta Iconografia güemesiana.
Martín Miguel de Güemes
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